Uncategorized

Integración ASP

A produção no campo está ficando cada vez mais integrada. O quadro Rebanho Gordo, do Jornal da Pecuária, desta quinta, dia 6, mostra o sistema silvipastoril que o médico veterinário e produtor rural Antônio Campos implantou na sua propriedade no município de Morrinhos, no sul de Goiás. Ele combinou o plantio de teca e a criação de gado em uma mesma área e ele viu o rendimento por hectare o mesmo.
A integração aconteceu sem planejamento e os resultados acabaram agradando o pecuarista. Campos começou a plantação de teca, árvore natural da Ásia, valiosa para a produção de móveis, aos poucos, em 1996, em menos de dois hectares. Ele foi aumentando e hoje já são 60 hectares, 40% de toda a propriedade.

Para implantar o sistema, Campos investiu cerca de R$ 2,5 mil por hectare. O ponto ideal de corte, para serraria, é quando o tronco passa dos 40 centímetros de diâmetro. A árvore demanda manejo simples, requer apenas controle de formigas e retirada anual dos galhos indesejados, chamada de desrama, para direcionar o crescimento.

Por hectare são plantadas 830 mudas, mas, no fim do ciclo, depois dos desbastes necessários para que as melhores engrossem, ficam no máximo 300 árvores por hectare. Esses descartes geram renda ao longo do período. Pela madeira mais fina, o mercado paga, atualmente, R$ 900 pelo metro cúbico.

A teimosia de algumas vacas, que insistiam em entrar para pastar no meio das árvores, fez com que Campos percebesse que a combinação de gado, árvore e pasto no mesmo espaço e ao mesmo tempo não era um problema. Muito pelo contrário, ele viu o rendimento por área aumentar. Respeitando a idade das mudas e dos animais que vão entrar para pastar, as perdas não passam de 2%.

Mesmo sem o espaçamento ideal para o pastejo, o capim se desenvolve bem no meio das árvores. Campos acredita que a desrama e o fato da teca perder as folhas, no período da seca, compensam a alta densidade de árvores.

De acordo com Campos, o ideal para evitar quebra de árvores, enquanto novas, é colocar bezerras desmamadas. Com esse cuidado, já a partir do oitavo mês depois do plantio das mudas, o gado pode começar a pastejar.

Apesar dos 60 hectares plantados, a taxa de lotação continua a mesma que ele tinha antes do plantio da floresta. Ele gostou tanto do sistema silvipastoril que a partir de agora, as próximas áreas serão plantadas com espaçamento maior. Tudo para melhorar ainda mais a integração com o gado.

20140319-063714 p.m..jpg

Anuncio publicitario
Estándar
Uncategorized

Integración SISTEMAS ASP

El dueño de la finca Santa Fe, en Sitio Mata de Turrialba, inició comprando 40 vientres activos y su trabajo le permitió duplicar en un año esta cantidad para comercializarlos. Además, su propiedad está a punto de ser certificada como carbono neutral.

Esquema se refuerza

El caso de Rivera es un ejemplo de cómo el concepto de ganadería sostenible se fortalece y sus beneficios florecen en un sector que viene de un periodo de vacas flacas. .

Se trata de un sector con prácticas tradicionales, pero en el que cada vez encuentra más asidero el modelo sostenible.

En esto coinciden Claudia Sepúlveda, Cristóbal Villanueva y Andreas Jenet, investigadores del Programa de Ganadería y Manejo del Medio Ambiente del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (Catie), así como Marco Fallas, coordinador del área de competitividad de Corporación de Fomento Ganadero (Corfoga).

“Definitivamente la actividad ganadera bajo un esquema de sostenibilidad está tomando un realce, primero por la conciencia que está tomando el ganadero de producir amigablemente, es más eficiente y ayuda a aumentar la productividad generando mayores ganancias”, comentó Fallas.

Sepúlveda por su parte resaltó que el modelo tomó más fuerza desde que el país lanzó la política de ser carbono neutral al 2021.

Para Villanueva, Costa Rica es uno de los países pioneros y con un avance importante en el desarrollo de ganadería sostenible en la región centroamericana. “Si revisamos las políticas de gobierno a través de instituciones públicas y el sector privado, se nota el interés por promoverlo”.

Evolución en camino

Según la más reciente Encuesta Ganadera Nacional (2012) de Corfoga, en Costa Rica existe un total de 1.863.657 hectáreas (ha) destinadas a la ganadería y se producen 0,77 cabezas de animales por cada una.

Por primera vez en Costa Rica, en ese estudio se registró el terreno silvopastoril como parte de la división de tipo de tierras, el cual cumple con la integración total de recursos necesarios para llevar a cabo una práctica sostenible, con un total de 78.688 ha.

Según Corfoga, los productores que logran implementar el arreglo silvopatoril en su finca pueden pasar de manejar menos de un animal (en ganadería tradicional) hasta tres o cinco cabezas por hectárea, en tres años tras iniciar con el manejo sostenible.

Los expertos explicaron que en un sistema tradicional hay un agotamiento mayor de recursos por exceso de animales mal ubicados, pasturas que no lo pueden soportar, lo que genera niveles de compactación mayores y el sistema va reduciendo su capacidad productiva.

Inversión con retorno

Para comenzar a trabajar con un sistema silvipastoril, se requiere de una reingeniería de la finca y de una inversión inicial, pero que da más frutos.

“Cambiar de un sistemas tradicional a un sistema más sostenible necesita una inversión sustancial y un gran esfuerzo. Muchos productores tradicionales están esperando políticas que favorezcan esta transición con ayuda de créditos o incentivos. El sector privado tiene sus mecanismos, como por ejemplo los sistemas de certificación, pero se debe fortalecer la cultura en la gente de comprar este tipo de productos sostenibles”, comentó Jenet.

Rivera manifestó que más que una inversión de dinero, lo que se necesita para que el modelo sostenible sea exitoso es una cultura de conciencia, y un arte en el manejo de buenas prácticas en toda la finca y su personal.

Los principales cambios que se deben realizar en una finca tradicional dependerán de su estado actual, pero básicamente se debe analizar cómo están las pasturas, para incorporar mejoras de ser necesario.

Los especialistas explicaron que no es necesario expandir más la finca, sino iniciar una protección de todos sus recursos como el agua (las áreas de ríos y nacientes) así como reutilizar recursos, como el excremento de vaca como fertilizante o abono.

De esta manera, aunque todavía la ganadería sostenible está dando pasos incipientes, se convierte en una importante baza para la mejora de un sector que del 2007 al 2010 no logró que los precios crecieran, aunque del 2011 al 2013 logró un crecimiento.

Así lo muestra el comportamiento de la venta donde el precio del canal caliente (carne o partes del animal mejor pagadas) que se sostiene de manera importante en el mercado.

20140319-061920 p.m..jpg

Estándar